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A través de intervenciones realizadas por terapeutas, esta iniciativa de la Municipalidad de Las Condes permite que las familias identifiquen aquellas dificultades que se les están presentando en la dinámica familiar, y obtengan las herramientas necesarias para enfrentar estas situaciones a futuro.
Vínculos, el programa de la Municipalidad de Las Condes diseñado para reducir los factores de riesgo sociodelictuales de mediana complejidad en niños, niñas y adolescentes (NNA), ha logrado consolidarse como un servicio especializado de atención terapéutica y social, tanto para los menores que participan como para sus familias.
A tres años de su implementación, Vínculos ha logrado posicionarse y visibilizarse gracias a la conexión establecida con las diferentes redes de derivación, siendo los establecimientos educacionales la principal fuente para ello, ya que, actualmente, existe una comunicación y coordinación constante.
Para Javier Ugarte, sociólogo del Observatorio de Seguridad Las Condes, en un programa que ha sido diseñado e implementado a nivel comunal, la vinculación territorial y la gestión de redes se vuelve un eje crítico, y es clave que los actores sociales logren ver el valor del programa y se comprometan con su ejecución.
En esa línea, Ugarte enfatizó que “Vínculos ha logrado explicar, sensibilizar e involucrar activamente a las comunidades educativas en un foco del desarrollo de los niños tan complejo y sensible como es el riesgo sociodelictual”.
La labor del equipo
La función de la trabajadora social y los tres psicólogos que componen Vínculos es fundamental para conseguir los objetivos definidos en conjunto con las mismas familias. La puerta de entrada de los NNA, y sus familias, al programa, está dada por el primer diagnóstico integral que hace la trabajadora social, encargándose de identificar aquellos factores y disfuncionalidades que pudiesen estar incidiendo interna y externamente al sistema familiar.
Posteriormente, se desarrolla un proceso psicoterapéutico con el objetivo de crear un espacio de seguridad y confianza con los miembros de la familia, identificar su dinámica, factores protectores y de riesgo, para luego crear objetivos específicos.
En ese sentido, la intervención tiene por finalidad movilizar y fortalecer recursos individuales y familiares que permitan mejorar la dinámica del sistema familiar.
Adriana Orlandini, psicóloga del equipo, destacó que “cuando la terapia tiene éxito, se ha mejorado un problema que les afectaba en la calidad de vida. Los ayudamos a desarrollar estrategias y herramientas para afrontar de la mejor forma posible los problemas familiares e individuales que se le pueden presentar a futuro, manteniendo una dinámica más funcional y armónica”.
De cara al 2024, Vínculos busca seguir creciendo como equipo interventor. Esto, sin duda, les permitirá llegar a más familias y, a su vez, generar un trabajo más exhaustivo con las redes y sus profesionales, así como también mejorar la calidad de su intervención.